jueves, 29 de mayo de 2014

La fotografía en el mundo moderno

Parece que el mundo coge más velocidad con el paso del tiempo: adquirimos una nueva forma y aún no adaptándonos a ella, se avecina otra novedad. Vamos, como si de comer uvas en fin de año se tratara.

Se nota en la fotografía, que tuvo su nacimiento de la mano de Joseph Nicéphore Niépce en la década de 1820, quien obtuvo su primera imagen capturada y conocida como ‘Vista desde la ventana en Le Gras’ (Francia).

Pues bien, volvamos al siglo XXI. Hasta hace poco se tomó por famosa la palabra ‘selfie’, que viene siendo una auto-foto tal como era originalmente.
En España destacó gracias a una publicación en Twitter de una foto con los ganadores del Oscar 2013. Antes de esto, había otra forma de llamarlo y era ‘foto tuenti’ o bien, como una frase, “foto p’al facebook”. Es más, ahora se está descubriendo la práctica del 'topless viajero', cuando hasta hace poco lo suyo era hacer msotrar en una foto tus pies/piernas o tus manos en señal de 'me gusta' u 'OK' ante el lugar donde estás.

Debe ser cosa de las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte junto con la inevitable presencia de las redes sociales, y con velocidad. Eso sí, aún con el acelerador pisado no deberíamos desprestigiar lo auténtico de todas las cosas, la esencia con la que nació un elemento; es decir, la forma original de la fotografía en este caso, de manera que ésta no se convierta en algo superficial, una moda.

Esa es la palabra: moda, que parece sustituir en un abrir y cerrar de ojos todo lo anterior. Significa, en lo que a este artículo respecta, tendencia repetitiva, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de una persona; pero pretendiendo como si dicha tendencia fuera algo novedoso que nunca ha existido, no una modificación o evolución del elemento.

Pero esto no es todo, las tecnologías también tienen su parte de culpa. Teléfonos móviles, tablets… todos incluyen cámaras de fotos con muchos megapíxeles de forma que algún día serán estos dispositivos los sustitutos de las verdaderas réflex D-SLR y todos se considerarían fotógrafos profesionales, por desgracia, puesto que no parece respetarse los orígenes de la fotografía. Hay una viñeta que lo dice todo, una imagen vale más que mil palabras.


La simplicidad, el tamaño y los automatismos también influyen en este arte de obtener imágenes. Cada vez más los mecanismos sustituyen a la persona que realiza la fotografía, siendo una simple persona quién ha de hacer ‘clic’ en el momento deseado mientras el dispositivo hace el resto. No solo queda ahí la simplicidad y el automatismo, que casi es lo mismo, puesto que va acompañada del tamaño del moderno artilugio pudiendo ser llevado en el bolsillo del pantalón donde quieras que vayas. Con esto, se podría argumentar aún más lo dicho en el anterior párrafo: cualquiera ya se considera un fotógrafo, que hace increíbles capturas; eso sí, para que luego a ellos les preguntes cómo las hizo y su respuesta seguramente sea ‘ni idea’; o mejor, 'yo solo le dí a este botón'.

Podemos tener un problema si se es fotógrafo sin saber porque no se tiene el más mínimo conocimiento o recurso de ello, por tanto, también ni el más mínimo respeto a esta modalidad y a quienes sí lo practican con suma sabiduría. Por eso ha de tenerse en cuenta su esencia, comprender la fotografía.

Dicho esto, invito a cualquiera que diga que le encanta el mundo de la fotografía, que se lo tome en calma y piense si está dispuesto a aprender desde la base, empezando con una cámara normalita y leyendo el manual de ésta, además de algunos cursos de iniciación o bien como autodidacta leyendo tutoriales y consejos en internet, que los hay a montones. Poco a poco, con esfuerzo e interés, también rodeado de amigos fotógrafos se irá aprendiendo nuevas técnicas y mejoras. Así será, hasta donde su capacidad o disposición le permita llegar disfrutando de este arte fotográfico pudiendo algún día tener todo el mérito de ser llamado fotógrafo de verdad. 

Se entenderá entonces lo que este artículo quiere decir, aún por mucha evolución que tenga la tecnología y las modas como tendencia no se deba olvidar la verdadera identidad de esta modalidad artística llamada fotografía. Resumiendo, saber apreciarla y disfrutarla…  teniendo arrugas y callos en el dedo índice. ¡Click!

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